"No crecemos cuando todo va bien, crecemos cuando nos enfrentamos a retos."
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Aunque la estancia en el extranjero a menudo es descrita por los estudiantes como la experiencia de su vida, eso no significa necesariamente que sea coser y cantar. En un momento u otro, debe hacer frente a desafíos durante su estancia. En esta sección, puede leer sobre algunas de las dificultades más comunes, con consejos de cómo hacer frente en estas situaciones.
Choque cultural
Llegar a un nuevo ambiente cultural, por emocionante que pueda llegar a ser, puede a veces ser una experiencia desalentadora y desconcertante. Choque cultural es el término usado para describir este sentimiento de confusión, duda o nerviosismo que es causado por estar en un lugar que es muy diferente de lo que se está acostumbrado. Se describe generalmente como teniendo cuatro etapas: Euforia cultural, confrontación cultural, ajuste cultural, y adaptación cultural (Paige et al, 2002)
1. Euforia cultural: Esta etapa, también conocida como “etapa de luna de miel” se refiere al sentimiento de emoción inicial a la llegada, y es lo que suele experimentar el turista durante su estancia. En esta etapa, existe la tendencia de ver todo lo relativo al país anfitrión de color rosa, centrándose sólo en los aspectos positivos del país, ignorando los más complejos y menos obvios.
2. Confrontación cultural: Durante esta próxima etapa, por lo general alrededor de un tercio o a medio camino de la estancia, la luna de miel esencialmente llega a su fin. Al igual que la excitación inicial se está apagando, las dificultades pueden comenzar a surgir. Tal vez comience a notar cosas que no le gustan tanto como en su país de origen, tal vez añore a tus amigos y familiares y sienta nostalgia, o tal vez comience a enfrentarse al idioma y aportaciones culturales, y considere que sus habilidades no están mejorando tanto o tan rápidamente como había esperado. Si bien esta etapa puede ser la más difícil, también puede ser la más gratificante, ayudándole a desarrollar su conciencia intercultural y a desarrollar estrategias para hacer frente a las diferencias culturales.
3. Ajuste Cultural: Habiendo salido del túnel, esta etapa implica sentirse cada vez más a gusto y competente en su país anfitrión. Aunque todo puede no ser perfecto, usted puede sentir como se ha integrado eficazmente, ha superado las dificultades y ha llegado a familiarizarse más con su nuevo hogar.
4. Adaptación Cultural: Esta última etapa se caracteriza por estar completamente a gusto con la cultura. Puede comunicarse de manera efectiva, y ha ganado una gran confianza en su capacidad, y ha asumido una gran parte de la cultura de destino como su propia. Mientras se da cuenta de que todavía tiene mucho que aprender, puede notar hasta qué punto ha desarrollado sus habilidades interculturales.
Cada persona es diferente, por lo que la mejor manera de hacer frente a las dificultades durante la estancia puede no ser la misma para todo el mundo. Primero, intente pensar en lo que le ayuda a sentirte mejor cuando se siente en casa. Muchas de estas cosas se pueden hacer en el extranjero, como ir a caminar, ver una película divertida o leer un libro favorito. A continuación, si siente nostalgia, no tenga miedo de llamar a casa de vez en cuando. Ponerse en contacto con los que ama a menudo puede hacerle sentir mucho mejor. Otra buena idea es compartir sus pensamientos con otros estudiantes que estudian en el extranjero: es probable que estén pasando, o hayan pasado, por algo muy similar.
Por último, si todavía siente que le resulta difícil, asegúrese de buscar ayuda en su universidad comprobando qué tipo de apoyo está disponible o poniéndose en contacto con su coordinador Erasmus para pedir consejo.
Factores afectivos
Estos son factores emocionales que afectan a la adquisición del segundo idioma. Estos sentimientos o reacciones emocionales pueden referirse al idioma, a las personas que hablan el idioma, a la cultura donde se habla el idioma o al entorno de aprendizaje del lenguaje (Gass, 2013), y pueden afectar positivamente o negativamente en la adquisición del lenguaje. Algunos de estos factores incluyen actitudes, motivación y ansiedad.
¡Sí! Se ha señalado que el contacto intercultural influye en la motivación del aprendizaje de idiomas (Kormos, Csizér & Iwaniec, 2014; Dӧrnyei & Csizér, 2005). Como explica Dӧrnyei y Csizér (2005, p.328): “Por una parte, se ha considerado tradicionalmente como uno de los principales objetivos del aprendizaje de las segundas lenguas el establecer un contacto significativo entre culturas, porque la competencia L2, por definición, crea el ambiente de comunicación entre miembros de diferentes comunidades etnolingüísticas. Por otro lado, el contacto interétnico también crea oportunidades para el desarrollo de habilidades lingüísticas y actúa como una poderosa influencia que moldea la disposición actitudinal / motivacional de los estudiantes, promoviendo así un comportamiento de aprendizaje motivado. Así, el contacto intercultural es tanto un medio como un fin en los estudios de L2 “.
La motivación para aprender un idioma puede evidentemente variar mucho, e incluso estudiantes de idiomas con las habilidades más notables serán incapaces de lograr metas a largo plazo si carecen de la motivación para hacerlo (Dörnyei, 2014). La motivación es, por lo tanto, uno de los términos más comunes utilizados por profesores y estudiantes para explicar el éxito o fracaso del aprendizaje y, desafortunadamente, se dice que el mantener a los estudiantes motivados es el segundo reto más complicado para los profesores (Hadfield & Dörnyei, 2013). Es por eso que, gracias su estancia en el extranjero, es vital tratar de mantener la motivación con el fin de cosechar más beneficios.
Algunos estudiantes desean aprender un idioma para conocer a personas que hablan esa lengua (motivación integradora), mientras que otros sólo desean aprender para mejorar sus futuras perspectivas de carrera (motivación instrumental). Aún más, esta motivación puede venir del propio estudiante (motivación intrínseca) o tal vez de una fuente externa, como un padre o madre o un/a maestro/a (motivación extrínseca). Los estudios demuestran que el contexto de Estancias en el Extranjero puede proporcionar un entorno de aprendizaje rico y auténtico, en el que la ansiedad lingüística de los estudiantes se reduce y la motivación hacia el idioma extranjero se incrementa (Gabriella Morreale, 2011). Es más, los déficits de motivación y actitud de los estudiantes pueden impedir que interactúen con hablantes de la lengua meta, negándoles el acceso a oportunidades fundamentales de aprendizaje de idiomas (Isabelli García, 2006).
Entonces, ¿qué puede hacer para asegurar que estos factores afectivos faciliten más que inhiban su aprendizaje? En primer lugar, trate de entender por qué el aprendizaje del idioma es importante. ¿Por qué no hacer de este un tema habitual en su diario de aprendizaje? Escriba sobre tus motivaciones personales para aprender, así cómo siente que afectan a su aprendizaje de la lengua. Luego, trate de fomentar una actitud positiva hacia la lengua meta, desarrollando sus habilidades interculturales (Ver Competencias interculturales). Por último, si usted sufre de ansiedad lingüística, consulte algunos consejos para superar sus miedos.
Diferentes participantes en la estancia en el extranjero han asumido que el desarrollo de las competencias interculturales de estudiantes en el extranjero es de alguna manera automático. De hecho, las investigaciones recientes plantean que el desarrollo de la sensibilidad intercultural es una consecuencia automática del simple hecho de estar presente en otra cultura / cerca de los acontecimientos (Bennett, 2009, p. S8 citando a Bennett 2004, Hammer, Bennett & Wiseman, 2003, p. 42), y se apela a modificaciones adecuadas en los programas de estudios en el extranjero (Pedersen, 2009, pág. S74, Pedersen, 2010, pág. 79, Jackson, 2009, pág. S69, y Vande Berg, 2009, página S21).
Cuando todo se convierte en algo abrumador …
Si siente ansia o depresión, ¡no tenga miedo de ponerse en contacto con su tutor!
Si no tiene uno, pregunte a su universidad a quién puede acudir para recibir apoyo. ¡Descúbralo antes de irse!
Las propuestas que se derivan de la investigación académica para cambios en los programas de estancia en el extranjero incluyen la preparación psicológica para que los estudiantes puedan tolerar la ambigüedad y ser más competentes con la diferencia cultural (Abarbanel, 2009). Esta investigadora afirma: “Tener un `pasaporte emocional´ significa adquirir habilidades para regular intensos desafíos emocionales experimentados en transiciones culturales”. Cruzar culturas requiere “una caja de herramientas de estrategias saludables”, junto con el apoyo de “gente adulta” (¡presumiblemente significa una persona no-estudiante mayor!). En un estudio de caso sobre Stephanie, una estudiante en Praga, Abarbanel afirma: “Debe confiar en que la búsqueda de ayuda para la sobrecarga emocional sea algo que se espera, normal y fácil de encontrar. Los adultos deben desplegar intervenciones preventivas, no desestimar a Stephanie por “sufrir choque cultural”.
"No crecemos cuando todo va bien, crecemos cuando nos enfrentamos a retos."
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Vídeos Estudiants
1 — ¿Ha sentido nostalgia durante su estancia en el extranjero? ¿Qué tipo de cosas hizo para vencerla?
Cèlia
Si te soy sincera, no eché mucho de menos mi casa mientras estaba en el extranjero. Supongo que es gracias a Facebook, WhatsApp y todas estas redes sociales que te permiten contactar con todo el mundo. Así que estaba bien con hablar por Skype con mis padres no más de una vez a la semana, y enviar mensajes de texto a mis amigos también. Pero gracias a la tecnología es fácil abordar la añoranza.
Laura
Sinceramente, no eché de menos mi casa en absoluto, solo cuando tuve problemas en la escuela, con amigos o con los compañeros de casa o alguna cosa así. Pero realmente no echaba de menos mi casa porque hablaba con mis padres casi todos los días, para decirles dónde iba o que iba a hacer algún viaje que iba a estudiar tal cosa… Y también con mis amigos, hablaba con ellos pero no con tanta frecuencia como lo suele hacer la gente, porque quería vivir la experiencia como una segunda vida. Sabía que eran solo cinco meses, un semestre, así que quería vivirla y después al regresar a mi país vivir la vida real. Skype y WhatsApp eran las tecnologías que usé para estar en contacto con ellos, pero no tanto como suele hacerse. ¿Cuánto? Por ejemplo, con mis padres hablé por Skype una vez al mes o así, y con mi mejor amiga una sola vez en todo el semestre. Y hablaba con ellos todos los días por WhatsApp y por el móvil.
2 — ¿Cuándo empezó a sentirse integrado en la comunidad local? ¿Qué obstáculos encontró al tratar de integrarse en la comunidad local?
Cèlia
Diría que integrarse significa conocer el lugar, familiarizarse con la zona, conocer gente, sentirse cómodo y seguro. Así que no puedo decir la fecha exacta en la que empecé a sentirme integrada, pero fue más bien un proceso gradual. Hubo algunos obstáculos, por ejemplo, en la zona en la que yo estaba el acento era muy marcado, así que al principio tuve muchos problemas para conversar con los locales. De hecho, nunca entendí del todo la manera de hablar de los locales, pero aprendí a salir adelante, que es igual de gratificante.
Laura
Tengo que decir que soy una persona muy sociable, así que me sentí integrada desde el principio porque los coordinadores de la universidad planificaron una serie de actividades para las personas del extranjero, para conocernos. Así que dejé mis miedos en mi país enseguida que llegué, hablé con la gente y me recibieron con los brazos abiertos. Fueron muy amables conmigo, hice muchos amigos. No americanos, tengo que decirlo, no conocí a nadie de América, porque son un poco cerrados, pero conocí muchos amigos internacionales y también amigos americanos, pero solo compañeros de clase. Y los obstáculos, quizá la gente de América son un poco distantes pero una vez que consigues que se sientan cómodos contigo, te hablan y son muy amables. Pero son un poco tímidos, y quizá tienes que presionar un poco y si no quieren ser amigos tuyos, mejor déjalo, es lo que hay. Pero normalmente la gente es simpática y no hay ningún problema. Así que este es el único obstáculo que tuve.
3 — ¿Puede darnos un ejemplo de cómo se sintió realmente frustrado mientras estaba ahí? ¿Qué hizo para superarlo?
Cèlia
Me frustra mucho cuando tengo dificultades para comunicarme o hacerme entender. Te pondré un ejemplo de una cosa que me pasó en el supermercado. El cajero se equivocó y me cobró dos veces el importe de la tarjeta. No me die cuenta al momento, sino más tarde, cuando comprobé la cuenta bancaria. Cuando lo vi, llamé inmediatamente a la empresa y se lo expliqué, intenté explicarles que había menos dinero y… Tuve muchos problemas para comunicarlo y ellos tenían un acento muy marcado, así que la conversación fue muy difícil y no íbamos a ninguna parte. Así que lo que hice fue, en vez de decir “sí, sí” y tirar la toalla, decir enfrentarme al problema porque había dinero en juego. Así que les dije a mis compañeros de piso que tenía el problema de que no podía comunicarme y que iba a perder dinero por eso. Y mis compañeros me ofrecían ayuda y me dijeron que, si lo necesitaba, podían hablar por mí. Volvía llamar, y supongo que me sentí más segura, porque fue capaz de contarles lo que había pasado, y me entendieron y lo arreglamos todo… fue muy gratificante porque le hice frente y tuve éxito.
Laura
Tuve algún momento de frustración, pero no fueron de importancia. Por ejemplo, la única vez que me sentí frustrada fue a principios de semestre, porque los chicos con los que vivía querían poner siempre la televisión: béisbol, fútbol, deporte… Y yo no quería ver eso, así que una vez les dije: “Por favor, ¿puedo ver otra cosa por la tele?” Y se enfadaron conmigo. Así que intenté expresarme en inglés y no pude, solo soltaba palabras en español y no me entendían. No pude hablarles bien, como quería, y me frustró mucho. Pero al final del semestre podía decirles las cosas que quería en inglés. Así que al principio tuve esta frustración.
Blanca
Creo que cuando no puedes expresar tus sentimientos –porque quizá en la lengua que estás estudiando no hay una palabra que sí que existe en la tuya, y no tiene el mismo significado. Era muy frustrante para mí no expresar el sentimiento o el significado que quería, y a veces había malentendidos debido a la lengua, era muy frustrante, porque sentía que no me podía comunicar bien en inglés… Pero siempre puedes decir “no sé cómo expresarlo” o intentar definir las palabras o lo que sea, así que intento superarlo así.
4 — ¿Puede darnos un ejemplo de cómo se sintió realmente feliz en el extranjero?
Cèlia
Tuve muchos momentos alegres, pero el día de mi cumpleaños destaca por encima de todos. Los amigos que solo hacía dos meses que conocía me dieron una gran sorpresa, me dieron un pastel y me cantaron cumpleaños feliz. Fue un momento muy especial, porque me sentí querida y apreciada, que es algo que todo el mundo quiere sentir cuando está lejos de casa.
Laura
Tengo muchos recuerdos, tuve grandes momentos mientras estuve allí, pero una vez en una casa internacional en la que vivía, éramos mucha gente pero estábamos separados en grupos, así que no nos juntábamos unos con otros con frecuencia. Yo estaba en mi grupo, y los otros amigos con su grupo. La primera noche que alguien se iba a su país, estábamos divididos en chicas y chicos, y nos fuimos de marcha. Y después nos unimos en una discoteca, y todos juntos lloramos, cantamos, bailamos, y estábamos todos juntos, no había ningún grupo. Y después nos despedimos de aquel chico y fue en realidad el momento más triste pero también el más alegre, porque sentí que estábamos todos juntos como una familia. Y fue un momento maravilloso, y creo que fue el momento más alegre. Creo que lo que me hacía feliz era el sentimiento de libertad, libertad de poder hacer lo que quería, podía viajar mucho, visitas muchas ciudades que quería… Me hacía muy contenta compartir la nueva situación, la estancia en el extranjero, con amigos que traje de España también. No sé, me hizo muy feliz descubrir un mundo nuevo, gente nueva.
Blanca
Creo que lo que me hacía feliz era el sentimiento de libertad, libertad de poder hacer lo que quería, podía viajar mucho, visitas muchas ciudades que quería… Me hacía muy contenta compartir la nueva situación, la estancia en el extranjero, con amigos que traje de España también. No sé, me hizo muy feliz descubrir un mundo nuevo, gente nueva.
5 — Usted conoció a mucha gente, pero ¿hizo amigos íntimos?