"La cultura de una nación reside en los corazones y en el alma de su gente."
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La estancia en el extranjero no es sólo mejorar sus habilidades lingüísticas. También se trata de inmersión en una cultura diferente, o tal vez incluso culturas. Puede darle la oportunidad de desarrollar sus habilidades interculturales rodeándose de diferentes personas y culturas. Por ejemplo, Williams (2005) deduce que los estudiantes que habían estudiado en el extranjero mostraron un mayor cambio en las habilidades de comunicación intercultural después de su semestre fuera, en comparación con los estudiantes que se quedaron en el campus. Los resultados fueron que la exposición a diferentes culturas mejoraba las habilidades de comunicación intercultural.
Sin embargo, hay que señalar que los estudios demuestran que “aparecer” simplemente en otro país no va a mejorar su conciencia intercultural. Y no estamos hablando de estancia en el extranjero en el Reino Unido y a la vuelta ser capaz de nombrar a cinco famosos autores ingleses. Si fuera el caso, podría encontrar eso sin salir de casa. De lo que estamos hablando es de lo que se ha conocido como la cultura “en minúsculas”.
Ser capaz de percibir las diferencias de la cultura “en minúsculas” (en oposición a conocer las diferencias de la cultura “en mayúsculas”, como ser capaz de enumerar a una serie de compositores alemanes) es un proceso subjetivo de superar diferencias culturales y no es lo mismo que estereotipos negativos. Bennett (2009, p.33) explica que los patrones culturales no deben ser tratados como categorías estereotípicas en las que encaja cada miembro de un grupo, sino como pistas para interpretar el comportamiento de los miembros individuales del grupo.
"La cultura de una nación reside en los corazones y en el alma de su gente."
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Vídeos Estudiants
1 — ¿Qué hizo para mejorar sus habilidades interculturales? ¿Qué consejos daría a otros estudiantes?
Laura
Lo primero que hice fue vivir mi primer año en España, puesto que una vez que llegué a los EE.UU. sabía que la gente no andaría detrás de mí para preguntarme “how are you?”, “where are you from?”. Así que depende de mí. Lo primero que hice cuando llegué aquí fue presentarme a la gente que conocía. Lo segundo es no juzgar antes de intentar las cosas, porque las cosas serán diferentes. Y a veces esta mezcla hace sentir un poco de miedo, pero tienes que intentarlo primero y después si no te gusta no lo hagas. Estoy hablando, por ejemplo, de la comida o cosas así, es muy diferente. Así que lo más importante es dejar atrás tus miedos, intentar ser uno mismo y no juzgar.
Anna
Comparando las dos universidades, el sistema educativo era bastante diferente, e intenté estar abierta al nuevo sistema al que iba. Después intenté asumirlo y hacer lo que me pedían y ser más consciente, me asignaron una compañera tutora e intenté hablar con ella y ella me explicó todo lo que le pregunté, y creo que es una gran oportunidad de entenderlo mejor y sumergirse en la nueva cultura y la nueva ciudad y la nueva universidad, porque se hace desde los ojos de un estudiante que estudia allí y ha estudiado allí toda su vida
2 — ¿Puede contarnos una historia interesante sobre cómo lidió con el choque cultural?
Laura
En realidad, no tuve ningún choque cultural cuando llegué, pero hubo algunas cosas, por ejemplo, como he dicho, la comida, que me impactó mucho, porque es muy diferente. Estoy acostumbrada a comer cosas sanas y muchas verduras y fruta. Pero una vez que estás allí, tienes que adaptarte. Así que cuando fui al restaurante de la universidad, me dije “oh, Dios mío, pero ¿qué es esto?”. Pero después tienes que adaptarte porque vas a vivir allí cinco meses y no puedes pasar hambre. Así que fue muy difícil hacerle frente pero finalmente lo consigues. Y la segunda cosa, por ejemplo, cuando llegué iba a dar dos besos a la gente que conocía y ellos me daban la mano como diciendo “¿qué haces?”. Era una situación muy extraña y me costó una semana acostumbrarme. Pero fue gracioso en realidad y creo que este es el choque cultural más importante que viví.
Anna
Estaba en el Reino Unido y conducen por el otro lado. Al principio, me dije, “vale, ya lo entiendo”, pero luego, cuando quería cruzar la calle un día no vi al conductor porque donde se suponía que tenía que estar según yo no estaba, y me pregunté “¿cómo avanza este coche si no lleva conductor?” y después me dije “vale, estás en el Reino Unido” y no solo pasó una vez.